martes, 17 de febrero de 2009

un maestro y su discípulo preocupado

un maestro y su discípulo preocupado charlaban:

el discípulo preocupado le manifiesta a su maestro que se siente mal, preocupado, intranquilo porque no tiene proyectos, no tiene ideas sobre su futuro y esto lo tiene alterado.
el maestro sólo le responde "desecha esa idea"
el discípulo insiste: "maestro le estoy diciendo que no tengo ideas, qué idea voy a desechar"
el maestro nuevamente: "desecha esa idea de la no idea".

cuántas veces nos "rayamos" con problemas mentales, entramos en encrucijadas inquietantes y atormentadoras cuando lo mejor sería dejar eso por un rato tomarnos un jugo y dejar que el problema se vaya cocinando sólo hasta que luego queramos por voluntad propia y muy conscientes de ello entrar nuevamente en nuestra tertulia interior sin caer en la ansiedad, angustia y otras emociones molestas. esto lo podremos lograr si logramos internalizar la opción de charlar con nosotros mismos sin que esto sea un tormento existencial.

además el recurso de dejar el problema luego (muy conscientes de ello) es fabuloso porque lo que hacemos es darle espacio a ese otro gran recurso o herramienta que disponemos y que generalmente no usamos y es la maravilla llamada intuición.
y es que para nuestras sociedades occidentales todo lo queremos resolver vía la razón como bien nos han legado los grandes pensadores como descartes, aristóteles, sócrates, platón entre otros.
pretendemos ser objetivos cuando de por sí la objetividad no existe y dejamos de lado esa otra gran fuente de conocimiento no de menor rango, ni mayor por cierto como es la facultad de la razón, pero si dejamos de lado una alternativa maravillosa cual es la intuición.

la intuición además no es algo que sólo tenemos, la intuición también puede cultivarse, trabajarse y dotarla de cada vez más destreza. es preciso nada más saber utilizarla, cómo utilizarla, como valerse de ella. y esto es posible con la claridad de nuestros sentidos y nuestras facultades alertas. algo que la vía del zen permite con naturalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario