esta es genial, me encantó.
cuenta la parábola zen que llegó a un templo zen un filósofo académico muy letrado, quien de inmediato conoció al maestro del templo se puso a disertar de filosofía con gran empacho, el maestro zen lo interrumpio muy cordialmente para ofrecerle una taza de té, a la cual el hinchado letrado accedió, mientras el filosofo seguía disertando el maestro empezó a servirle el té mientras observaba a su interlocutor.
el filosofo asombrado, casi saltó de su silla con gran aspaviento al ver que el maestro zen seguía sirviendo mientras la taza de té se rebalsaba, esto lo hacía de alguna manera para hacer ver al maestro zen su torpeza y con media sonrisa le señaló en tono sarcástico: "maestro, como usted no presta atención a lo que hace siendo un maestro zen".
en efecto alguien en actitud zen se supone debería estar alerta y consciente.a lo cual el maestro le señaló: "usted ha venido para practicar el zen, pero si no vacía su taza , no habrá forma que usted logre practicar".
siendo así el maestro le hizo ver que no estaba distraído y más bien ya le estaba dando una lección de zen.
así es el zen de práctico y directo y esto ocurre con frecuencia en donde la arrogancia y la soberbia juegan un rol importante en nuestras sociedades, muchas veces no sólo no sabemos escuchar, juzgamos muy ligeramente como hizo el arrogante académico al maestro zen, ó pensamos que a nosotros ya nadie nos va enseñar.
la actitud zen propone estar abierto a todas las posibilidades, y esta es una de las maravillas del zen. en las escuelas zen y del budismo en general otra de las palabras técnicas que conforman su vocabulario es la palabra "vacío", que no es lo mismo que la "nada" tal como se podría entender en nuestra cosmovisión occidental.
el vacío se refiere al mar de posibilidades, lo cual nos ayuda a no ser ligeros con nuestros juicios, y saber que hasta el más "pequeño", débil o ignorante puede enseñarnos, siendo esto así no subestimamos a nadie, y no lo hacemos porque queramos ser "buenos" o para no cometer algún pecado o para "estar bien con dios", no subestimamos a nadie porque sencillamente podríamos dejar de ver, apreciar, sentir, o aprender algo importante.
muchas veces como en el ejemplo de la taza de té, no escuchamos a nadie, sólo nos escuchamos a nosotros mismos y hasta cuando guardamos silencio para supuestamente escuchar al otro, (pose de escucha) no escuchamos nada si no que estamos maquinando nuestra repuesta inmediata.
esto no es pues, escuchar. escuchar es hacer silencio no sólo externamente lo cual sería falso, si no hacer silencio interno y realmente ser empático con la persona.
al escuchar con actitud zen, estaremos escuchando no sólo las palabras de nuestro interlocutor, si no que estaremos más conscientes de ese otro lenguaje del cual no se dice mucho, es más inconsciente, pero también comunica y esto lo saben bien los semióticos, psicólogos y comunicadores, aquel lenguaje de los gestos, la mímica, las posturas, el tono de voz, la forma en que dicen las cosas, en fin. todos sabemos que algo dicho con media sonrisa puede ser totalmente diferente a mostarse con el rostro abierto, llano a escuchar, dispuesto. claro que los hay quienes escuchan al estilo detective, casi sin mostrar emociones, pero las intenciones sólo uno las conoce.
vacío en la actitud zen, significa pues dejar ataduras innecesarias, ir por la vida dipuesto a ver las cosas sin jucios previos, dándonos la posibilidad así de gozar más la vida, de gozar de una vida más plena, la posibilidad de asombrarnos y de maravillarnos con lo que sucede a nuestro alrrededor, y esto es así aunque pueda ser algo rutinario porque si las cosas se observan desde un punto de vista ontológico, es decir desde su cualidad fenomenológica, entonces el enfoque será otro.
es como cuando el biólogo observa un insecto y por sus cualidades físicas puede determinar su modus vivendis, su alimentación, su capacidad de adaptación al medio y mil detalles más que a cualquiera que sólo ve al insecto para aplastarlo, lo dejaría boquiabierto. discovery channel, entre otro canales de tv son una fuente riquísima para asombrarnos con el mundo y con la vida. y en fin, la vida misma si observamos bien, si no adelantamos nuestro comentarios podremos maravillarnos y asombrarnos a plenitud y esto es realmente hermoso.
los japoneses son mucho de contemplar, gustan mucho de la naturaleza, tanto esto es así que organizan paseos por los parques de su ciudad para ver las aves, insectos entre otros y apreciar así de la varidad de colores, la fuerza, sus formas de desplazamiento entre otros detalles que observado con atención es como si miráramos las cosas por primera vez, buen ejemplo para imitar.
con la actitud zen miramos la vida como si nos quedara poco tiempo, siendo esto así, aprovechamos la vida al máximo en observarla bien y de valorar cada momento, cada instante como algo único e irrepetible.
miércoles, 18 de febrero de 2009
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