sábado, 14 de febrero de 2009

observar nuestra mente

Observar nuestra mente.
he ahí otra de las grandes tecnicas del zen, tecnicas que no parecen tecnicas, tal vez por lo sencillas, en realidad aparentemente sencillas, o tal vez sencillas pero por el ritmo de vida que llevamos lo hacemos complicado. disculpen el jueguito de palabras, un poquito de juego no hace daño je.
volviendo al tema de la observación, muchos monjes zen se han ganado el título de verdaderos gimnastas mentales por lo que hacen con su mente y en una postura única, llamada zazen, en la cual parecería que no están haciendo nada. muchos lo intentan, pero siendo el zen una disciplina física y mental, muchos sucumben en el camino.

observar nuestra mente, es lo que hace el científico con su objeto de estudio que es aplicar la tecnica básica y que exige el rigor científico, cual es la observación. en el caso del zen, no observamos algún objeto en particular, si no que podemos observar y maravillarnos con nuestros recovecos mentales más profundos, permitiéndonos de esta manera conocernos más a nosotros mismos, con todas las ventajas que esto implica: saber por donde caminar, aún con los obstáculos más terribles. aún cuando conocer el camino por donde ir sea la incognita. perdón nuevamente por el juego de palabras y es que la paradoja es parte consustancial del zen.
conocer donde ir podría ser la incognita, aún cuando la mente y actitud zen estarán alertas, concentradas y relajadas.

cuando frida kalho se acerca a diego rivera para preguntarle si su pintura era buena o mala, diego muy atinadamente le responde, te puedo decir que tu pintura es buena, mala, mediocre, bella, nada de eso interesa, si eres pintora de verdad, pintarás al margen de lo que yo diga. he ahí el espíritu del zen. diego rivera no sabía nada de zen, y esto me lleva a decir que el zen no es algo que se estudie para saber o aprender más, el zen sencillamente se vive con esa intuición cultivada, la que nos hace ser capaces, de ver con claridad, y que a fin de cuentas es lo que más interesa en el zen.

la tecnica de observar la mente propiamente consiste en (para no desviarme más), lo siguiente:
ante todo es una práctica, para lo cual en un inicio es preferible un lugar tranquilo, podemos colocar las piernas en medio loto (una pierna cruzada), loto completo si hay más elasticidad (las dos piernas cruzadas), o sencillamente en una silla o sofa de preferencia al borde de la misma.

seguidamente mantener la columna recta, con el cuerpo relajado, finalmente respirar varias veces, llegar a hacer la respiración abdominal (la que hace el bebe), luego explicaré, y una vez que estemos relajados podremos empezar nuestro ejercicio.
el ejercicio consiste en estar atento al pensamiento que llega a nuestra mente, debemos detectarlo como hace un detective con su presa, tal vez al inicio decir mentalmente "te vi",
"ampay", y así como hemos logrado detectarlo, ubicarlo, tratar de seguirlo hasta que naturalmente se vaya.

no se irá si no lo soltamos, así de sencillo, es decir si logramos ubicar al pensamiento que llega a nuestra mente ya hemos dado el primer paso, el segundo gran paso consiste sencillamente en dejar que se vaya solito, sin forzarlo, para ello no debemos engancharnos con el pensamiento en cuestión, porque si no, lo hacemos crecer como una bola de nieve y al final sólo nos habremos salido de la práctica, de la observación y esto es lo usual al comienzo, para ello debemos regresar a nuestra práctica u observación suavemente, sin forzarnos, sin molestarnos por habernos distraído, todo ello irá cultivando una férrea disciplina, y determinación.

con la práctica constante, sin que esto signifique tampoco un suplicio, hay que ir de a pocos, lograremos ubicar el pensamiento que llega a nuestra mente y así como llega observamos que se va, sin que hayamos hecho nada más que observar, sólo observar, observar y observar. nada más.

observar resulta que no era tan sencillo cierto?
que habremos logrado con esto?, como ya dijimos lograremos conocernos a profundidad, conocer nuestro espíritu, cultivar nuestro grado de intuición y agudizar nuestros sentidos: vista, olfato, gusto, tacto, oído.

es común observar en muchos libros de zen, que el propósito del zen es "sin propósito alguno", esto es cierto pero hay que explicarlo poco a poco, (se trata de otra paradoja) y es mejor explicarlo para nuestra mentalidad occidental, para todos aquellos que vivimos el día a día pensando en mil cosas a la vez: las cuentas, los hijos, las deudas, la casa que quiero, la comida del perro, mi sueldo, mi puesto en el trabajo y mil cosas más.

ya continuaremos con más charla de ACTITUD ZEN.

3 comentarios:

  1. HOla Saludos, agradeceria MUcho explicaras más en profundidad alguna ténica para lograr observar la mente o el pensamiento.

    saludos

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  2. Hola, agradezo mucho tu pregunta, tu interés.
    Observar nuestra mente se refiere a obserar tu mente :).Es decir observar sin analizar, sin emitir algún tipo de juicio. Por ejemplo. Si piensas en la palabra perro, automaticamente algún tipo de perro aparecerá en tu mente, un perro, muy particular por cierto, pues es un perro evocado por ti , raza, color, en donde está, que está haciendo, etc. El ejercicio consiste en observar todos estos detalles, sin analizar, cuestionar, racionalizr, etc. Sólo observar. Lo mismo cuando surga otro pensamiento. Haz esto, luego me cuentas tu experiencia y seguimos el diálogo te parece? Y si tienes dudas, con todo gusto te respondo.

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  3. Y sobre la paradoja, tiene que ver también con el vacío. Aquel mar de posibilidades. Algo que puede ser visto como un fracaso, podría ser también visto como una excelente oportunidad.
    Por ejemplo me despiden del trabajo y puedo pensar que es algo terrible, sin embargo ya más calmado puedo darme cuenta que se abren otras puertas, otras oportunidades. Una situación paradojal en la vida. Hay un dicho que dice, no todo lo que brilla es oro. Otro ejemplo paradojal me gusta verlo cuando se subestima a alguien. Ocurre que podemos subestimar a alguien por ejemplo que consideramos poco atractivo y sin embargo su novia es preciosa, ó alguien a quien no dábamos mucho crédito resulta ser un lider espectacular. Son las paradojas de la vida. Y es conveniente estar atento a ellas... Gracias, un abrazo

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